martes, 15 de diciembre de 2009

Lista de distribución de e-learning (Tema 1, Act. 2)



La LLTI (Language Learning and Technology International Information Forum) es una lista de distribución con sede en Dartmouth College, NH, Estados Unidos. Cuenta con el respaldo del Consortium for Language Teaching and Learning (http://www.languageconsortium.org/) y está dedicada a tratar información sobre aprendizaje de lenguas y tecnología, tecnología de laboratorios de idiomas, aprendizaje de idiomas asistido por ordenador, vídeo y audio interactivos, estándares internacionales, compatibilidades, etc. con una perspectiva internacional. El archivo de la lista se encuentra en http://listserv.dartmouth.edu/archives/llti.html

Mi experiencia personal en cuanto a listas de distribución es muy limitada. De hecho, sólo he participado durante varios años en The Linguist List (http://linguistlist.org/), principalmente con el objetivo de obtener información sobre publicaciones y conferencias, de manera que la participación en una lista sobre aprendizaje y tecnología me ha resultado en cierto modo novedosa. Durante las semanas que llevamos cursando este módulo 1B del Máster en E-Learning, he ido siguiendo las aportaciones, las consultas y los debates de los miembros de la lista LLTI y tomando notas sobre aquellos aspectos que me han parecido de interés para comentarlos en el blog. En particular, quisiera centrarme en tres temas:

  1. Recursos para el aprendizaje colaborativo.
  2. Herramientas tecnológicas y software.
  3. Cuestiones referidas a la evaluación.

1. Numerosas intervenciones han versado sobre diferentes estrategias para conectar de algún modo a los estudiantes que desde diferentes lugares cursan algún idioma a distancia. Los recursos tecnológicos basados en estructuras gramaticales, capaces de proveer un feedback inmediato, se consideran ya insuficientes para responder a los modelos pedagógicos modernos basados en la interacción y la comunicación.

En este sentido, se ha puesto de manifiesto la importancia de las redes sociales, y en concreto se ha resaltado la utilidad de Ning (http://www.ning.com/) para crear nuevas redes en torno a intereses comunes. En el contexto del aprendizaje de lenguas y de acuerdo con las informaciones de la lista, se ha utilizado con gran éxito, por ejemplo, para intercambios lingüísticos entre estudiantes de Estados Unidos y Alemania. Los promotores de esta experiencia han destacado Ning como un recurso de primer orden para la propia expresión, ya que permite añadir prácticamente todo tipo de documentos multimedia. También se ha utilizado para continuar on line las discusiones presenciales desarrolladas en talleres o reuniones informales entre profesores de lenguas y con propósitos didácticos en el aula en programas de tecnología y lenguas extranjeras.

El interés por incorporar un componente de inmersión virtual en cursos de lenguas con el fin de interactuar con grupos similares de otros países ha generado cierto debate relativo a la conveniencia de usar wikis o por el contrario otros recursos como páginas web colaborativas, según los fines que se persigan. De este modo, parece que la opinión dominante es que los wikis son adecuados sólo si los participantes van a tener que elaborar, editar o transformar de alguna manera la información aportada por los demás, mientras que sería preferible utilizar otro tipo de recursos como las páginas web o las redes sociales para añadir datos o información, o simplemente para intercambiar mensajes y documentos.

El debate me ha permitido conocer páginas gratuitas para la confección de wikis (http://www.wikispaces.com/), para diseñar otras páginas web (http://www.pbworks.com/, http://www.weebly.com/), y páginas dedicadas a encontrar compañero/a de intercambio lingüístico (http://www.livemocha.com/, http://www.mylanguageexchange.com/, http://www.languageexchange.com/), aportadas por los miembros de la lista. Además de estos recursos web, se han mencionado y comentado elementos de software que desconocía, entre ellos Rosetta Stone, Tell me more, y Peanut Butter Sticks.

2. Un segundo ámbito que me ha parecido interesante es el intercambio de opiniones sobre recursos tecnológicos. Una proporción relativamente grande de intervenciones pedían o proporcionaban información sobre el funcionamiento de diversas herramientas, desde auriculares hasta equipos de grabación, pasando por elementos de sujeción de monitores (!). Dudas sobre la necesidad de mantenimiento de determinados equipos, solicitudes de información sobre licencias de uso o sobre la conectividad de ciertos elementos han generado respuestas en un plazo breve, por lo que la lista ha demostrado su efectividad para resolver cuestiones muy específicas.

Al hilo de estas solicitudes de información se ha planteado la cuestión de si realmente siguen siendo necesarios hoy en día los laboratorios de lenguas que existen tanto en universidades como en escuelas de idiomas, puesto que actualmente la mayoría de estudiantes disponen de ordenador con acceso a internet y por tanto tienen la posibilidad de acceder a todo tipo de recursos. Comparto a este respecto la opinión de un profesor de una zona rural de los Estados Unidos cuando afirma que los estudiantes que viven en granjas no tienen acceso ni a banda ancha ni a cable y tampoco disponen de los recursos necesarios para invertir grandes cantidades de dinero en equipos actualizados. Para ellos está el laboratorio de lenguas, donde algo tan corriente como un vídeo en streaming sería impensable en cualquier otro lugar.

3. El último tema que voy a comentar tiene un carácter más pedagógico y se refiere a los métodos de evaluación del aprendizaje de lenguas on line. Es una cuestión a la que ya me referí en otra entrada (Ley de la pluralidad), si bien desde una perspectiva diferente. Ha surgido en la lista la cuestión de cuál era el método más adecuado para evaluar la performance de los alumnos. Hay opiniones para todos los gustos, desde quienes proponen cronometrar el tiempo que pasa el alumno conectado a la plataforma de que se trate hasta los que suponen que si el estudiante realiza satisfactoriamente la tarea final es que está participando. Entre una y otra caben opciones intermedias, que serán más o menos apropiadas en la medida en que conozcamos qué otros métodos de evaluación van a utilizarse (de tipo presencial, por ejemplo). En una evaluación puramente on line, parece que lo adecuado es proponer una serie de tareas que se tendrán que realizar conforme a unos criterios. Ahora bien, hay actividades de práctica que preparan para los ejercicios evaluables. Estos podrían evaluarse como "completo" o "incompleto" dependiendo del tipo de actividad, dejando el peso mayor en la evaluación a la actividad o actividades finales.

Otro asunto que puede ser preocupante es la cuestión de si realmente la persona que hace la práctica de evaluación es la que tiene que hacerla y no otra. Esto podría resolverse mediante la comparación de diversas actividades, que seguramente evidenciaría cualquier disonancia importante. En el aprendizaje de lenguas esto no debería ser un problema, puesto que la autoría es relativamente fácil de identificar en las composiciones escritas y porque en las pruebas orales solemos vernos las caras.

Para acabar, diré que la experiencia ha sido interesante y que los debates que se han ido sucediendo y los temas tratados en LLTI me han parecido relevantes. De hecho, pienso seguir inscrito en la lista porque creo que me puede resultar de gran utilidad en el futuro, tanto como fuente de conocimiento como lugar para resolver dudas sobre aspectos concretos. La recomiendo a cualquiera que trabaje en el campo de tecnología y aprendizaje de lenguas.

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